Se han introducido criterios diagnósticos más sensibles para el
registro de caries dental ya que la medida tradicional de la caries en
la fase de cavidad, excluyendo las fases de pre-cavidad (OMS, 1997)
no resulta suficiente para reflejar los cambios lentos registrados en la
incidencia de caries en las poblaciones actuales (Glass et al., 1982,
1983). Además, se ha demostrado que el diagnóstico de la caries
registrado sólo a nivel de la cavidad conduce a una sub-valoración
importante de la prevalencia real de la enfermedad (Marthaler et al.,
1996, Pitts and Fyffe, 1988; Manji et al., 1989; Ismail et al., 1992;
Bjarnason et al., 1993; Kuzmina et al., 1995; Sköld et al., 1995;
Machiulskiene et al.,1998, Fontana y Zero 2006). Durante muchos años, se evitó intencionalmente el registro de las
lesiones de caries que no es "una cavidad" debido a la creencia de que no era
posible conseguir un diagnóstico fiable de la fase temprana de caries
sin cavidad
(OMS, 1997). No obstante, varios estudios contradicen esta afirmación (Pitts
and Fyffe, 1988; Manji et al., 1989; Ismail et al., 1992) y se ha
demostrado que no se reduce la fiabilidad del interexaminador / intraexaminador
cuando se incluyen las caries tempranas sin formación de cavidad en el sistema de registro, si
los observadores que realizan las exploraciones tienen una formación
rigurosa y están calibrados antes de realizar el estudio (Pitts and
Fyffe, 1988, WHO, 1993).
Nyvad et al. (1999) desarrollaron criterios de diagnóstico
diferenciando las lesiones de caries activas de las inactivas de acuerdo
con una combinación de criterios visuales y táctiles (Ver cuadro
inferior) El índice desarrollado identifica tres niveles de
gravedad, dependiendo de la profundidad de las lesiones (superficie
intacta, discontinuidad superficial en el esmalte o cavidad evidente en
la dentina. |
La técnica recomienda el uso de exploradores para limpiar suavemente
la superficie de la pieza, eliminando los depósitos bacterianos y para
comprobar si se evidencia pérdida de estructura dentaria (cavidad
pequeña o micro cavidad)
así como la textura de superficie (duro o rugosa / blando).
Evita la
exploración de las lesiones utilizando este procedimiento únicamente
cuando no existan criterios visuales evidentes como la opacidad y por lo
tanto, no suficientes para reconocer la lesión como activa o inactiva.
La textura de la superficie es considerada un indicador más fiable de
actividad que el color de la lesión (Beighton et al., 1993) hecho que
condiciona que no se emplee como único criterio de diagnóstico el color.
Las lesiones “con una mezcla” de características de caries activas e
inactivas deben ser consideradas como activas. |
Bibliografía:
-
Piovano S, Squassi A,
Bordoni N Revista de la Facultad de Odontología (UBA) • Año 2010 • Vol. 25 • Nº 58
Paginas 38 a 40
-
Nyvad B, Fejerskov O.
Assessing the stage of caries lesion activity on the basis of
clinical and microbiological examination. Community Dent Oral
Epidemiol. 1997;25:69-75. PMI: 9088694
-
Nyvad B, Machiulskiene
V, Baelum V. Reliability of a new caries diagnostic system
differentiating between active and inactive caries lesions. Caries Research. 1999;33:252-260. PMID: 10343087
|