Historia de los sistemas de designación dental: Dos dígitos

Durante mucho tiempo se han utilizado diferentes métodos de designación y de codificación de las piezas dentales. El sistema conocido más antiguo fue propuesto por Zsigmond   (Viena, Austria) en 1861. Sugirió la numeración consecutiva de los dientes de la dentición definitiva, empezando con el número 1 para los incisivos centrales y acabando con el número 8 para los terceros molares. Para indicar el cuadrante en el que se localizaban los dientes, se coloca alrededor del número un símbolo rejilla.  Para numerar las piezas deciduas, se utilizaban los números romanos del I al V. En vez de los números romanos, se propusieron diversas variaciones para registrar los dientes deciduos, como letras mayúsculas de la A a la E.  El sistema de Zsigmondy, con estas variaciones, todavía se usa hoy día en Japón.

Este mismo método de registro dental fue descrito por Palmer (Warren, Ohio) en 1870. Desconociendo la publicación previa de Zsigmondy, Palmer  reclamó la autoría de este sistema de numeración dental. Ésta es la razón por la que, en los países de habla inglesa, se conoce como notación de Palmer.

En 1870, Mühlreiter (Salzburgo, Austria) combinó las las mayúsculas I, C, P y M (abreviaturas de incisivos, caninos, premolares y molares definitivos, respectivamente con los numerales (1 para caninos; 1 o 2 para incisivos; 1 o 2 premolares; 1, 2 y 3 para molares) en la designación dental. La posición relativa de la letra respecto al numeral (indica si el diente en maxilar o mandibular y derecho o izquierdo. Las piezas deciduas se indican con la colocación de una d inmediatamente delante de la letra mayúscula.

En 1887, Haderup (Copenhague, Dinamarca) propuso  un sistema que omitía la colocación de símbolos angulares alrededor de números e introducía el signo más (para indicar los dientes maxilares) y el signo menos (para las piezas mandibulares). Los lados derecho e izquierdo quedaban indicados por la colocación del signo antes (lado izquierdo) o después (lado derecho) del número. Las piezas de leche se indicaban originalmente añadiendo una l inmediatamente antes del numeral. Sin embargo, algunos años después, la l fue sustituida por un 0. Una variante en la notación de las piezas deciduas fue el uso de números romanos. El sistema de Haderup ha sido muy popular en Escandinavia.

El sistema Universal, muy ampliamente utilizado en  USA., asigna los numerales del 1 al 32 de forma cconsecutiva a las piezas permanentes en secuencia horaria. La numeración empieza en el tercer molar derecho (1), sigue la arcada dental hasta el tercer molar izquierdo (16), sigue en el tercer molar izquierdo mandibular (17) y acaba en el tercer molar derecho mandibular (32). Las piezas deciduas se designan de forma similar, pero con letras de la A a la T. En vez de las letras, Goodman  propone la utilización de numerales del 41 al 60 para las 20 piezas dentales deciduas.

Muchos otros sistemas, además de los métodos adaptados a los idiomas, se han utilizado a lo largo de los años. Sin embargo, ninguno de estos métodos cumple con los cinco requisitos básicos fijados por la FDI Siguiendo estas normas, un sistema de designación dental debería ser sencillo de entender y enseñar, fácil de pronunciar en una conversación y al dictado, fácilmente comunicable por escrito y por los métodos de comunicación de masas, fácilmente adaptable a la máquina de escribir o a los teclados de procesamiento de datos, y fácilmente adaptable a las fichas normales, utilizadas en la práctica general.

Si consideramos estas exigencias, muchas de las características de los sistemas y tradicionales no son aptas. Por ejemplo, el uso de los signos de rejilla, del método de Zsigmondy, es un obstáculo importante para la comunicación rápida y para el procesamiento de datos. Aunque los números arábigos (O a 9) se utilizan incluso en países que no tienen el alfabeto latino, ni los caracteres latinos (A, B, C, etc.) ni los números romanos (I, II, III, etc.) se utilizan de forma universal.

Los métodos dependientes del idioma, por otra parte, quedan limitados a ciertos países. Las desventajas del método Universal han sido resumidas por Hrabowsky y Sim: "Su mayor problema es la exigencia de memorizar 32 dígitos y 20 caracteres y asociar estos 52 símbolos sin relación con piezas dentales individuales. Esto ha resultado ser, no únicamente una fuente de confusión, sino que también impide el reconocimiento inmediato de las piezas dentales y de los cuadrantes". En 1980, en una reunión dental internacional realizada en París, una comisión designada para considerar los distintos métodos de notación llegó a la conclusión de "que cualquier sistema de numeración [de los dientes permanentes] por 32 era inadecuado, confuso y difícil de memorizar", por lo que se ha rechazado de forma unánime.

 

Sistema de 2 dígitos de la FDI para designar a las piezas dentales

Debido a los defectos de los sistemas de dental existentes, la Asamblea general de la FDI, en su 58 sesión anual en 1970, aceptó la resolución que proponía que el sistema de 2 dígitos de designación dental fuera adoptado internacionalmente (de los 56 representantes, 38 votaron a favor, 11 en contra de la resolución y siete se abstuvieron). La FDI consideró que sólo este sistema parecía cubrir los requerimientos mencionados anteriormente.

En el sistema de 2 dígitos, que fue descrito originalmente por Viohl15 en 1966  y con una versión muy ligeramente diferente por Pirquet  en 1924 y por Dentón  en 1963  cada pieza dental se identifica por una combinación única de 2 dígitos. El primer dígito especifica uno de los 4 cuadrantes de la boca, empezando con el segmento maxilar derecho y siguiendo la secuencia de las agujas del reloj. Debido a que las piezas dentales permanentes son  las más tratadas en dentistería, los cuadrantes correspondientes se definen con los dígitos del 1 al 4. Para las piezas deciduas, los cuadrantes elegidos van del 5 al 8. El segundo dígito indica el diente dentro del cuadrante. Para cada cuadrante, el diente (permanente) se numera, desde mesial a distal del 1 al 8, empezando por el incisivo central y acabando por el tercer molar (fig. 1). Para describir una pieza dental, se utilizan siempre 2 dígitos los primeros para los cuadrantes y los segundos para el diente en concreto. 

Figura 1. División de los cuadrantes y designación de las piezas dentales permanentes y temporariasen el sistema de numeración dental de la FDI.

Los 2 dígitos del sistema de la FDI se deben pronunciar separados, por ejemplo, uno-ocho (escrito 18), y no dieciocho. Esto facilitaría la traducción a otras lenguas, porque únicamente requiere el conocimiento de los dígi­tos del uno al ocho sin la lengua requerida. Además, si los dígitos se pronuncian de forma independiente, se puede evitar la confusión que aparece con el sistema Universal.

El mismo principio de notación se aplica a los dientes deciduos. Los dientes dentro del mismo cuadrante vienen marcados por los dígitos del 1 (primer incisivo) al 5 (segundo molar). El primer molar permanente mandibular derecho se describe como 36 y el canino deciduo izquierdo mandibular como 73.

El sistema de la FDI tiene dos características en común con los sistemas de notación descritos por Zsig-mondy/Palmer y Haderup:  piezas anatómicamente similares en la dentición se caracterizan por el mismo número (p. ej., incisivos laterales, 2; caninos: 3, y primeros premolares: 4), y  la cuenta empieza por el incisivo central (1) y acaba con el tercer molar (8). Sin embargo, en vez de un símbolo angular o un signo más o menos, el dígito que precede al que designa al diente específico se usa para indicar el cuadrante.

Al determinar la dirección de la agujas del reloj, la FDI mostró cierta consideración con el sistema Universal. Al hacerlo, el sistema binominal de la FDI representa un compromiso entre los principios de notación compartidos por Zsig-mondy / Palmer y el sistema de Haderup y los del sistema Universal.

Posibles modificaciones del sistema de dos dígitos

Debido a que el sistema Universal utiliza en parte el mismo sistema escrito de números que el sistema de 2 dígitos (aunque al menos, deberían ser pronunciados de forma diferente), esta similitud puede ser fuente de confusión en aquellos países en los que se utiliza el sistema Universal. El diente 11 (uno-uno), por ejemplo, indica en el sistema de 2 dígitos el incisivo central derecho maxilar permanente, mientras que el diente 11 (once) se refiere en el sistema Universal al canino permanente izquierdo maxilar. Para evitar las posibles confusiones, por ejemplo, en las fichas de los pacientes o en  caso de víctimas de accidente, Sharma y Wadhwa proponen una ligera modificación del sistema de la FDI de 2 dígitos entre los que se colocaría un guión en la comunicación escrita (1-1). Sin embargo, esta sugerencia que podría facilitar la transición del sistema Universal al sistema de 2 dígitos de la FDI, no ha conseguido ninguna respuesta. En USA, el sistema Universal sigue siendo el método preferido para designar los dientes en la dentistería, y los americanos no parecen percibir la necesidad de adoptar el sistema de la FDI.

Un gran avance del sistema de la FDI es que tiene la posibilidad de ampliarse a un sistema de 3 dígitos, tal y como sugieren Krysinski  y Villa Vigil et al.  Esto re­sulta extraordinariamente útil para designar las piezas supernumerarias, que son muy comunes en algunos grupos étnicos y subpoblaciones y son, por tanto, especialmente importantes en antropología y en las encuestas dentales epidemiológicas. 

Cuando propusieron el nuevo sistema binominal en 1970, los representantes de la FDI entendieron que se tardarían unos años hasta que se consiguiera el reconocimiento total -a pesar del hecho de que el "nuevo sistema parece tan sencillo de aprender, que una vez que se haya introducido oficialmente, las dificultades no durarán más allá de un corto período de transición". Algunos artículos que trataban la naturaleza y las ventajas del este método binomianal, así como el llamamiento del Di­rector de la FDI en 1988 a que más países lo adopten, muestra que los obstáculos para la aceptación internacional siguen. En 1988, todavía había unos "40 sistemas diferentes en uso, debido a la falta de coordinación en el desarrollo". Una explicación para estos obstáculos aparentes a la introducción de un nuevo método de nu­meración dental, como el sistema de la FDI, fue proporcionado por Frykbolm y Lysell cuando describieron el método más común de designación dental, de los muchos de la época: “Debido a cierto conservadurismo, siempre hay cierta tendencia a considerar el método que usa uno mismo como el único método posible”

Debido a que el sistema de 2 dígitos, es simple, preciso, seguro y aplicable a la informática, es el más útil para los registros dentales en la clínica.

Bibliografía:

  • Quinteessence editado en español. Volumen 9, Número 10,  Pág. 674 a 677.  Año 1996.