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Infarto Agudo de Miocardio

E-mail: Od. Marcelo Alberto Iruretagoyena


 

El término infarto agudo de miocardio, frecuentemente abreviado como IAM , conocido en el uso coloquial como ataque al corazón, ataque cardíaco o infarto, hace referencia a una falta de riego sanguíneo (infarto) en una parte del corazón ("Agudo" significa súbito, "mio" músculo, y "cardio" corazón), producido por una obstrucción en una de las arterias coronarias.

Signos y síntomas

  • Dolor torácico repentino, intenso y prolongado que se percibe como una presión intensa, y que puede extenderse (irradiarse) a brazos y hombros sobre todo izquierdos, espalda, cuello e incluso los dientes y la mandíbula. Es lo que se conoce como angor o angina de pecho. No son infrecuentes los infartos que cursan sin dolor, o con dolores atípicos que no coinciden con el descrito. Por eso se dice que el diagnóstico es clínico, electrocardiográfico y de laboratorio, ya que sólo estos tres elementos en su conjunto permiten realizar un diagnóstico preciso. El dolor, cuando es típico se describe como un puño enorme que retuerce el corazón. Corresponde a una angina de pecho pero que se prolonga en el tiempo, y no responde a la administración de los medicamentos con los que antes se aliviaba, por ejemplo nitroglicerina sublingual, ni cede con el reposo. El dolor a veces se percibe de forma distinta, o no sigue ningún patrón fijo, sobre todo en ancianos y en diabéticos. En los infartos que afectan a la cara inferior o diafragmática del corazón, puede también percibirse como un dolor prolongado en la parte superior del abdomen que el individuo podría, erróneamente, atribuir a indigestión o acidez.
  • Disnea (Dificultad para respirar).
  • Mareos. Es el único síntoma en un 10 %.
  • Palpitaciones
  • Otros: Pueden ocurrir náuseas de origen desconocido, vómitos, desfallecimiento y sudoración.

El infarto agudo de miocardio se ve en pacientes portadores de cardiopatía isquémica, ya fuera que conocían tener esta enfermedad y estuvieran tratados por ella, o como episodio de debut de la patología. Suele estar precedido por antecedentes de angina inestable, denominación que reciben los episodios de dolor torácico que se hacen más frecuentes, más duraderos, que aparecen con esfuerzos menores que en la evolución previa o que no ceden con la medicación habitual.

El miocardio, o músculo del corazón, sufre un infarto cuando existe una enfermedad coronaria avanzada, en general esto se produce cuando una placa de ateroma que se encuentra en el interior de una arteria coronaria se ulcera o se rompe, causando una obstrucción aguda de ese vaso.

La corona de vasos sanguíneos que llevan oxígeno y nutrientes al propio músculo cardíaco (arterias "coronarias") puede desarrollar placas de ateroma, lo que compromete en mayor o menor grado el flujo de oxígeno y nutrientes al propio corazón, con efectos que varían desde una angina de pecho (cuando la interrupción del flujo de sangre al corazón es temporal) a un infarto de miocardio (cuando es permanente e irreversible).

La presencia en un vaso dado de arteriosclerosis hace que en dicho vaso existan estrechamientos y que en ellos se desarrolle más fácilmente un trombo: un coágulo de plaquetas, proteínas de la coagulación y desechos celulares que acaba taponando el vaso. Una embolia es un trombo que ha viajado por la sangre hasta llegar a un vaso pequeño donde se enclava como un émbolo. Trombosis y embolia son, pues, términos equivalentes.

Un infarto de miocardio es una urgencia médica por definición y se debe buscar atención médica inmediata. Las demoras son un error grave que se cobra miles de vidas cada año. El pronóstico vital de un paciente con infarto depende de:

  • la extensión del mismo (es decir la cantidad de músculo cardíaco perdido como consecuencia de la falta de irrigación sanguínea)
  • la rapidez de la atención recibida

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Pronóstico y complicaciones

Si el área de infarto es pequeña y no compromete al sistema bio-eléctrico que controla los latidos del corazón, las probabilidades de sobrevivir a un infarto son altas. Sin embargo, una de cada tres personas que sufren un infarto mueren antes de poder recibir atención médica (muerte súbita). Hace muy pocos años las estadísticas eran aún peores (un fallecimiento precoz por cada dos infartos). La mejora de estas expectativas está ligada a los avances en resucitación cardiopulmonar (RCP), en pruebas diagnósticas especiales y en atención urgente, incluyendo ambulancias 'medicalizadas' y unidades coronarias.

Debido a la frecuencia de muerte súbita, las técnicas de resucitación cardiopulmonar deben aplicarse cuanto antes a cualquier persona que esté sufriendo un ataque al corazón. La mayoría de los que estén vivos 2 horas después de un ataque sobrevivirán. Una vez que salen del hospital recomiendan reposo, dieta sin grasa y sin sal. Sin embargo, existen algunas complicaciones posibles:

  • Arritmia cardiaca: Existe un sistema bio-eléctrico que controla los latidos del corazón. Si se daña en el infarto, pueden aparecer arritmias muy graves, como la llamada fibrilación ventricular, en la que los ventrículos se contraen de forma rápida, descoordinada e ineficaz como una "bolsa de gusanos" y, a efectos de bombeo de sangre, el corazón se para. En otras personas pueden aparecer arritmias lentas, es decir, el latido es demasiado lento para que el corazón funcione normalmente, debido a bloqueos en el sistema de conducción de los impulsos eléctricos a nivel del corazón o a muerte de los nodos ("automáticos") que generan este impulso. Esto puede requerir la implantación temporal o definitiva de un marcapasos artificial.
  • Insuficiencia cardíaca: Cuando el área de infarto es extensa, el resto del corazón puede ser insuficiente para realizar el trabajo de bombeo.
  • Muerte: En una de cada cuatro personas que sufren muerte súbita, no existían síntomas previos de cardiopatía. Con mucho, la causa más frecuente de muerte súbita por infarto es la fibrilación ventricular.

La clasificación propuesta por Killip y Kimball permite establecer un pronóstico razonable de acuerdo a los signos y síntomas presentes al momento del ingreso a un centro hospitalario.

Clasificación de Killip y Kimball

Clase Funcional I (Sin signos de insuficiencia cardíaca izquierda). Mortalidad 6%
Clase Funcional II (Estertores húmedos, tercer ruido cardíaco, hipertensión venosa pulmonar). Mortalidad 17%
Clase Funcional III (Edema agudo de pulmón). Mortalidad 38%
Clase Funcional IV  (Shock cardiogénico). Mortalidad 81%

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Tratamiento

  • Atención médica inmediata.

Medidas de urgencia

  • Oxígeno. es la primer medida en el consultorio o ambulancia.
  • Analgésicos  Si el dolor torácico persiste y es insoportable, se administra morfina o medicamentos similares para aliviarlo.
  • Trombolíticos. Son medicamentos para disolver el coágulo que impide que fluya la sangre. Se ponen sustancias como la estreptoquinasa o un "activador del plasminógeno tisular", bien en la vena, o bien directamente en el coágulo por medio de un catéter. Esta medicación debe ser aplicada en las primeras seis horas de iniciado el dolor, de allí la importancia de una atención rápida. Los trombolíticos sólo pueden administrarse en un centro especializado, habitualmente una unidad de cuidados intensivos.
  • Nitratos. Los derivados de la nitroglicerina actúan disminuyendo el trabajo del corazón y por tanto sus necesidades de oxígeno. En la angina de pecho se toman en pastillas debajo de la lengua o también en spray. También pueden tomarse en pastillas de acción prolongada o ponerse en parches de liberación lenta sobre la piel. En la fase aguda de un ataque al corazón, suelen usarse por vía endovenosa.
  • Betabloqueantes. Actúan bloqueando muchos efectos de la adrenalina en el cuerpo, en particular el efecto estimulante sobre el corazón. El resultado es que el corazón late más despacio y con menos fuerza, y por tanto necesita menos oxígeno. También disminuyen la tensión arterial.
  • Digitálicos. Los medicamentos derivados de la digital, como la digoxina, actúan estimulando al corazón para que bombee más sangre. Esto interesa sobre todo si el ataque al corazón produce insuficiencia cardíaca.
  • Los calcio antagonistas o bloqueantes de los canales del calcio impiden la entrada de calcio en las células del miocardio. Esto disminuye la tendencia de las arterias coronarias a estrecharse y además disminuye el trabajo del corazón y por tanto sus necesidades de oxígeno. También disminuyen la tensión arterial. No suelen usarse en la fase aguda de un ataque al corazón, aunque sí inmediatamente después.

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Angina de Pecho ó Angor

La angina de pecho, también conocida como angor o angor pectoris, es un dolor, generalmente de carácter opresivo, localizado en el área retroesternal. El mismo es ocasionado por insuficiente aporte de sangre (oxígeno) a las células del miocardio.

Origen

Esta molestia o dolor ocurre por la isquemia miocárdica, que se produce cuando las demandas de oxígeno miocárdicas, superan al aporte, lo que acarrea una deficiencia de sangre y oxígeno en el miocardio. Suele tener por causa una obstrucción o un espasmo de las arterias coronarias, si bien pueden intervenir otras causas.

Características

Típicamente se describe como una molestia o dolor opresivo o quemante, situado en la parte anterior del tórax, en la región retroestarnal, que puede irradiarse a uno o ambos hombros, al cuello y a la mandíbula, garganta, brazo izquierdo o derecho, muñeca o espalda. El dolor es medianamente intenso y se mantiene uniforme en el paroxismo. En pacientes ancianos o diabéticos, puede cursar sin dolor, solo con sensación de opresión o sensación de ahogo.

Es característico de la angina de pecho la aparición del dolor luego de algunos minutos de actividad física, siendo constante en los sucesivos episodios de dolor. La ubicación, irradiación e intensidad del dolor también es constante en la misma persona.

No obstante, existe lo que se llama "angor atípico", que comprende una serie de variantes de la forma habitual, pudiendo presentar dolor abdominal (similar a la gastralgia), pesadez en los miembros superiores, sensación de falta de aire, entre otros síntomas. Otro tipo de síndrome anginoso es la Angina de Prinzmetal, provocada por espasmo de la arteria coronaria. Aparece en reposo y generalmente de predominio matinal.

El dolor aparece en actividad física, luego de comidas abundantes, días fríos o emociones fuertes, actividades que aumenten el gasto cardiaco. Se puede aliviar con el reposo, alcohol, trinitrina o con maniobras de Valsalva

Evolución

De acuerdo al comportamiento de la placa de ateroma, la afección pasa por diversos estados, a saber:

  • Angor de reciente comienzo. Entendiendo como tal a la que ha aparecido en los últimos 30 días. Se corresponde con el crecimiento de una placa de ateroma que ha obstruido alrededor del 50% de la luz arterial.
  • Angina estable. Es aquella que apareció hace más de 30 días y no ha tenido cambios en su evolución. De acuerdo al esfuerzo que sea posible realizar sin desencadenar la aparición del angor, se distinguen cuatro grados:
    • I) El dolor aparece ante esfuerzos extraordinarios, no limitando la actividad física habitual.
    • II) El dolor aparece ante esfuerzos moderados y limita levemente la actividad cotidiana.
    • III) El dolor aparece ante pequeños esfuerzos y limita severamente la actividad cotidiana.
    • IV) El dolor aparece ante esfuerzos mínimos y ocasionalmente en reposo, con severa limitación de la actividad cotidiana
  • Angina inestable. Es aquella que ha variado su patrón habitual, haciéndose más frecuente o apareciendo con esfuerzos menores. Generalmente se produce como manifestación de un accidente de placa, es decir que la placa de ateroma se ulceró o fracturó, vertiendo su contenido en la luz de la arteria comprometida o desencadenando la formación de un trombo por el estímulo a la agregación plaquetaria. Su evolución habitual es hacia el infarto agudo de miocardio si no es prontamente tratada.

Estas etapas no necesariamente siguen la secuencia indicada, pudiendo saltearse o superponerse etapas.

Precauciones

La presencia de un dolor de tipo anginoso (angor), indica la posibilidad de una afección cardiaca grave y amerita la consulta inmediata a un servicio médico. Suele indicarse que el paciente permanezca lo más inmóvil posible y, de ser posible, sentado, ya que la posición en decúbito podría inducir insuficiencia cardíaca.

Muchas veces se confunden con angor otro tipo de dolores torácicos, como por ejemplo la osteocondritis, o algunos cuadros de ansiedad pero, ante la duda, siempre es conveniente que sea el médico quien lo determine.

Diagnóstico

  1. Clínico: el examen físico y la anamnesis del médico para valorar las características del dolor y hallazgos de gravedad que pudieran estar complicando el cuadro coronario.
  2. Laboratorio: existen diferentes enzimas en sangre que se elevan al producirse la muerte celular (necrosis) de las células miocárdicas, la creatinkinasa o CPK, su fracción más específica CKMB, y la troponina T e I. Estos valores son fundamentales para el diagnóstico y el seguimiento.
  3. Electrocardiograma: es básico para el diagnóstico y da idea de la gravedad y la localización de la isquemia, debe ser evaluado por alguien avezado.

Clasificación Braunwald de Angina Inestable (AI)

 Severidad

Circunstancias Clínicas

A

B

C

Se desarrolla  en presencia de una enfermedad no cardiaca que intensifica la isquemia miocárdica (AI secundaria).

Se desarrolla en ausencia de una enfermedad extracardiaca (AI primaria).

Se desarrolla dentro de las 2 semanas después de un IAM (AI postinfarto).

I

Angina severa de reciente comienzo o angina acelerada, sin dolor de reposo

IA

IB

IC

II

Angina de reposo dentro del último mes pero no dentro de las 48 hs. precedentes (angina de reposo, subaguda)

IIA

IIB

IIC

III

Angina de reposo dentro de las últimas 48 hr (angina de reposo, aguda)

IIIA

IIIB Troponina negativa

IIIB Troponina positiva

IIIC

hr, horas; IAM, infarto agudo de miocardio; AI, angina. inestable

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Consideraciones a tener en cuenta en el tratamiento dental

IAM

Angor

Tratamiento dental

Paciente medicado y con un año de evolución favorable en su recuperación Angina de reciente comienzo, con su correspondiente medicación. Interconsulta con el cardiologo

Anestesia infiltrativa con epinefrina

Evaluar hemostasia en el tratamiento invasor

Paciente con menos de un año de evolución favorable y medicado Angina estable, con su correspondiente medicación. Interconsulta con el cardiologo

Anestesia infiltrativa sin epinefrina

Evaluar hemostasia en el tratamiento invasor

Paciente con episodio reciente (hasta 3 meses) y en tratamiento médico correspondiente. Angina inestable, con su correspondiente medicación. Interconsulta Urgente con el cardiólogo.

No realizar prestación dental,  solo atender la urgencia  con medicación antibiótica y analgésica.

Luego evaluar hemostasia en el tratamiento invasor

Paciente con episodio reciente  (hasta 3 meses) pero que ha ABORTADO tratamiento específico. Angina inestable, sin su correspondiente medicación. Interconsulta Urgente con el cardiólogo.

No realizar prestación dental,  solo atender la urgencia  con medicación antibiótica y analgésica

Explicar el riesgo de vida que corre el paciente al no realizar el tratamiento de IAM y/o Angor.

Luego evaluar hemostasia en el tratamiento invasor

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