Cuando los molares del juicio te hacen perder el juicio.

E-mail: Od. Marcelo Alberto Iruretagoyena

"Estaba  en una reunión de amigos, con mi familia, pasándola bárbaro,cuando de repente empecé a sentir una molestia, que al poco tiempo comenzó a latir hasta que el dolor se hizo insoportable. Mi esposa y amigos se apiadaron de mí, y me llevaron a una guardia odontológica.

Con el dolor que me partía la cabeza en ese momento el facultativo de impecable delantal blanco y con la voz un poco ronca; tal vez porque lo desperté. Me dijo que era la muela del juicio que estaba muy inflamada y por eso sentía ese exquisito dolor.

Mi pregunta fue terminante Dr.; lo único que quiero es no sentir más este dolor que ni siquiera me deja conducir.

En ese instante el galeno tomó su recetario y comenzó a prescribirme unos comprimidos antibióticos, y analgésicos, que me aliviarían el dolor en un plazo de 24 horas.

Al día siguiente fuí a lo de mi odontólogo y le conté lo que me había pasado.

Él de inmediato me sacó una radiografía y me dijo que era el tercer molar y que tenía una pericoronaritis.

Volvió a mirar la placa, y me dijo Pancho, la tenemos que extraer porque no hay lugar para que erupcione, con eso eliminamos tu problema en forma definitiva. Acepté no muy convencido pero el que manda en mi boca es él, y durante muchos años de su atención jamás tuve problemas.

Me dió nueva cita para la cirugía, ese día fui acompañado por mi esposa porque me decía que estaba muy nervioso (o miedoso). Una vez en el sillón dental me anestesió como en cualquier otro tratamiento dental y perdí toda sensibilidad. Al poco tiempo ya estaba trabajando en mi boca y en unos minutos me dijo ¡ya está...! acá la tienes tan pequeña y el problema que te trajo, ni que fuera un hijo adolescente.

En ese momento fue cuando sentí un enorme alivio, le di las gracias; hasta que Maruja su asistente me dijo cuál era el honorario de "mi dentista."

Hasta aquí Pancho tuvo suerte, porque los profesionales actuaron en forma inmediata, cuando esto no sucede y se prolonga demasiado la cita con el dentista las cosas suelen complicarse. A veces el dolor, y la inflamación puede deformar la cara del paciente ocasionando trismus (No puede abrir la boca), entonces hay que indicar antibióticos por vía intramuscular ó en los casos más graves hay que internar al paciente para que la medicación la reciba por vía endovenosa; esto es conocido por el profesional como angina de Ludwig.

Para evitar esto, el paciente debe realizar un examen clínico radiográfico de los maxilares para ver si las muelas del juicio tienen espacio suficiente para salir sin complicaciones.

En caso de que hubiere el espacio necesario, una buena higiene dental de la zona garantiza una erupción sin complicaciones.

   
   

Dirección: Od. Marcelo Alberto Iruretagoyena

Wilde Provincia de Buenos Aires. Argentina

 Revisado: JUNIO 2020