Durante la década del sesenta el
Profesor Per-Ingvar Branemark (foto 1) llevó
a cabo experimentos para estudiar la respuesta de la médula ósea
ante diferentes procedimientos clínicos y de traumatología. Para ello
construyeron una cámara metálica, para estudiar al hueso con un
microscopio de luz en vivo. No está claro por qué, pero el metal
elegido para su fabricación fue el TITANIO.(Foto2
)
Los primeros
estudios se centraron en las relaciones funcionales entre la médula ósea
y los tejidos óseos durante la regeneración de los defectos inducidos en
el hueso de modo traumático. La sorpresa de los investigadores fue cuando
quisieron quitar la cámara metálica de la tibia del animal; que servía
para el estudio. El tejido óseo se había adherido fuertemente al titanio
(Foto3)
Con posterioridad a
esta observación se llevaron a cabo una serie de experimentos que
culminaron en el diseño de una fijación de implante de titanio con forma
de tornillo. (Foto4)
A continuación se
llevaron a cabo experiencias clínicas en perros, donde se implantaron
prótesis dentales parciales que funcionaron durante 10 años. (Foto5)
En la actualidad la
implantología dental es una disciplina aceptada y practicada por
odontólogos de todo el mundo.
Bibliografía:
"Sistemas de Implantes Branemark" John Beumer
III Steven G. Lewis Publicaciones Médicas Espaxs -1991-
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