La infección por VIH
frecuentemente, ya sea en individuos asintomáticos o ya con SIDA, se
acompaña frecuentemente de infección por cándida en la boca. Esta
candidiasis puede ser eritematosa, como al parecer, empieza en muchos casos,
con enrojecimiento del paladar duro y dorso de lengua, en la cual se observa
área depapilada hacia el centro de ella, generalmente indolora.
En la variedad
seudomembranosa se presentan manchas blanquecinas, que se pueden desprender
al raspado, dejando una superficie rojiza, a veces sangrante. Mucho menos
frecuente es la variedad hiperplásica, que generalmente ocurre en cara
interna de mejillas.
La otra forma de candidiasis, es
la queilitis angular, como zona descamativa en las comisuras, con
enrojecimiento, y cuando se observe esta variedad en un individuo joven, y
al igual que los otros tipos de candidiasis y no existe algún factor
predisponente sistémico o localizado, debiera solicitarse exámenes para
descartar la infección por VIH.
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Candidiasis
seudomembranosa |
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Candidiasis
eritematosa |
Los factores que favorecen el
desarrollo de la candidiasis bucal son muchos, y entre ellos tenemos los
siguientes: ingestión previa de antibióticos o corticoides, déficit
nutricionales, alteraciones endocrinas, neoplasias malignas, y otras
alteraciones inmunológicas distintas de la ocasionada por VIH.
La candidiasis también es una
condición frecuente en los extremos de la vida, recién nacidos y ancianos,
portadores de prótesis de completa, e individuos con xerostomía.
Se ha demostrado que individuos
con VIH, asintomáticos, y que presentan candidiasis, presentan signos de
SIDA al cabo de tres meses, en el 59% de ellos. También se sabe que cerca
del 70% de individuos con candidiasis oral tienen recuento de CD4 menor a
200 células/mm cúbico.
El diagnóstico de la candidiasis
generalmente se puede realizar en gran parte por su aspecto clínico, pero se
puede complementar con frotis y tinción de PAS, o cultivo.
El tratamiento de la candiaisis
oral es generalmente tópico: nistatina, de 500.000 UI, tres o cuatro veces
al día (disolver y después ingerir), durante 14 días, en individuos
VIH positivos.
Pueden utilizarse otros
antimicóticos, o por vía sistémica como el fluconazol, pero debe ser
prescripto por el médico infectólogo. |