Xerostomía, agrandamiento de la parótida, disgeusias y ardor de lengua.
Desde
1862 se describieron las manifestaciones de la diabetes sacarina en la
boca. Se piensa que los síntomas en la cavidad bucal surgen con mayor
rapidez y son más intensos en la forma insulinodependientes no controlada
que en la insulino no dependiente no controlada. Sin embargo, varias
investigaciones han analizado variables entre los diabéticos, como edad,
sexo, tipo de diabetes, duración del trastorno, control metabólico y
tabaquismo. La edad, la duración de la enfermedad y el grado de control
metebólico influyen en los signos y los síntomas en mayor grado que el
tipo de enfermedad prersente. Entre los trastornos comunes están
disminución del flujo de saliva y ardor en la boca o la lengua..También se
ha señalado agrandamiento simultáneo de glándulas parótidas quizá como
consecuencia de alteraciones en la membrana basal de los conductos
parotídeos u otros cambios histipatológicos.
En
ocaciones, el agrandamiento parotídeo puede ser reversible en forma
parcial si se logra el control metabólico de la diabetes. Sin embargo, se
han señalado disminución leve del flujo de saliva y aumento de la glucosa
en dicho líquido a pesar del control diabético eficaz. También se ha
indicado aumento del contenido de glucosa en el líquido de los surcos
gingivales y ello pudiera explicar, en parte los incrementos de glucosa en
la saliva completa. La glucosa en el líquido gingival puede ocasionar
alteración de la microflora de las placa bacteriana e influir en la
aparición de la enfermedad periodontal y caries dental.
A
menudo la xerostomía actúa como factor causal secundario de enfermedades
de la boca. La mucosa seca de la cavidad bucal puede sufrir daño
fácilmente y ser más susceptible a infecciones por microorganismos
oportunistas como Candida albicans.
La
xerostomía también predispone a la mayor acumulación de placa y restos de
alimentos, y puede contribuir a una incidencia más alta de periodontitis y
caries. Hay que destacar que muchos diabéticos pueden tener otras
complicaciones de su enfermedad y que pueden recibir medicamentos que
induzcan la xerostomía y la perpetúen y refuercen.
El
ardor en la boca o la lengua puede aparecer como efecto de la xerostomía.
Como otra posibilidad, puede ser resultado de neuropatía diabética. La
disgeusia o alteración en el sentido del gusto puede tener causas
similares o ser consecuencia de alteraciones en los receptores de glucosa,
porque la disminución en el sentido del gusto suele ser más notable para
la sacarosa.
Caries dental
La
diabetes no controlada o con control deficiente en humanos y en animales
de experimentación se ha acompañado de una mayor incidencia en la caries
dental, ello sin duda, se relaciona con mayores cifras de glucosa en
saliva y el líquido en los surcos gingivales. Sin embargo, ha habido algo
de contrversia respecto a la incidencia de caries en diabéticos tratados.
Se ha publicado que el individuo perfectamente controlado de su diabetes
tiene una tasa normal de esta complicación o incluso menor, aunque Jones y
colaboradores identificaron una mayor incidencia de caries en diabéticos a
pesar de mayor autocuidado de la cavidad bucal entre los diabéticos
estudiados. Sin embargo, el peso de las pruebas disponibles sugiere que
diabético con control adecuado de su mal tiene menor incidencia de caries
por la disminución de los carbohidratos de la dieta, control metabólico
eficaz y cumplimiento de los métodos de higiene de la boca y de las citas
con el dentista, para atención.
Enfermedad periodontal
Los
cambios fisiopatólogicos propios de la diabetes afectan tejidos de la boca
al igual que los otros órganos y sistemas. Casi todas las autoridades en
la materia aceptan que la diabetes sin control o con control deficiente se
acompaña de una mayor suceptibilidad a infecciones bucales, incluida la
periodontitis. La hiperplasia gingival notable puede constituir el primer
signo clínico de la enfermedad y haber lentitud en la cicatrización. A
diferencia de ello, la presencia de infecciones incluida la enfermedad
periodontal avanzada, aumenta la resistencia a la insulina y empeora el
estado diabético. . Desde hace varios años se han estudiado la incidencia
y la intensidad de la gingivitis y la periodontitis en diabéticos
controlados. Sin embargo, incluso hoy día no hay aceptación unánime de la
relación que priva entre los dos cuadros.
Los
grupos de diabéticos muestran muchas variables en la evolución de su
trastorno, que incluyen el tipo de enfermedad, duración, edad de comienzo,
presencia ausencia de complicaciones y grado de control metabólico. Los
primeros estudios rara vez tomaron consideración a estas variables. Además
los métodos antiguos de valoración y vigilancia de la glucemia eran menos
exactos que los utilizados hoy día.
Por
estas razones, los estudios originales quizá tuvieron menor validez y sus
resultados fueron muy heterogéneos. Los señalamientos más nuevos siguen
mostrando variabilidad en los resultados, pero la mayor parte de las
pruebas señala que existe una relación directa entre diabetes sacarina y
la enfermedad periodontal. Poe ej , la incidencia e intensidad, de la
gingivitis marginal son mayores en los niños diabéticos que en los no
diabéticos. La incidencia de la periodontitis aumenta en los diabéticos
después de la pubertad y conforme tienen mayor edad la pobación de
pacientes aunque no cambian los patógenos periodontales de las placas.
La
intensidad de la destrucción periodontal al parecer depende del tipo de
enfermedad (insulinodependientes en comparación con los no
insulinodependientes), con el control metabólico y con la duración del
trastorno.La enfermedad peridontal puede ser más frecuente e intensa en
personas con las complicaciones sistémicas de la diabetes avanzada y esta
mayor suceptibilidad surge en presencia o ausencia de mayores
concentraciones de placas y cálculos.
Algunas publicaciones han identificado microangíopatias en tejidos
periodontales de diabéticos, pero estos cambios vasculares no se
relacionan con una mayor destrucción peridontal. En teoria, las
microangiopatías pueden turbar la oxigenación, la nutrición y la
eliminación de productos de deshecho en las células y debilitar la
resistencia del
húesped de la periodontitis incluidas por placas. Sin embargo no todos los
diabéticos presentan microangiopatías. Otros factores predisponentes,
sugeridos en estudios en animales o humanos, incluyen disminución de la
síntedsis de colágena e incremento de actividad de la colagenasa entre los
diabéticos. Ello, por supuesto pudiera ocasionar una destrucción acelerada
y lentificación del restablecimento en presencia de enfermedad periodontal
inducida por placa. En la diabetes insulinodependiente disminuye el
contenido de minerales de huesos y la nefropatía diabética puede
acompañarse de hiperparatiroidimo secundario. Cada uno de estos factores
puede ocacionar la destrucción acelerada del hueso alveolar. En algunos
diabéticos e incluso en parientes de ellos se han identificado
deficiencias en la quimiotaxia de polimorfonucleares y la fagocitosis de
estas células. Dichos efectos pudieran disminuir la resistencia del
huesped a la infección. A veces persiste la alteración funcional de los
polimorfonucleares a pesar de que se implante un control metabólico eficaz
de la enfermedad.Yello pudiera explicar parcialmente por qué algunos
diabéticos bien controlados siguen mostrando destrucción pertiodontal más
intensa.
La
información como la señalada indica que el odontólogo debe valorar con
gran cuidado y en cada diabético su estado periodontal.
Las
publicaciones sobre problemas periodontales incluyen señalamientos de
casos que describen mejoría extraordinaria en el estado de la boca en
diabéticos no diagnosticados cuando se implantó la regulación metabólicoa.
Por lo contrario, las
infecciones graves de cualquier tipo pueden intensificar la resistencia a
la insulina e impedir el control metabólico. A veces las infecciones de la
boca pueden ser mortales para los diabéticos. En 1960, Williams y Maham
demostraron que era posible disminuir las dosis necesarias de insulina en
algunos diabéticos de tipo l después de terapéutica periodontal, y sus
datos han sido reforzados parcialmente por los estudios más recientes. Por
ello, se debe realizarse la regulación metabólica meticulosa de la
diabetes junto con el control preciso de la enfermedad periodontal para
que la persona esté en estado óptimo en cuanto a su salud. Es importante
identificar y corregir, en la medida de lo posible, los factores de
peligro de que surja enfermedad periodontal. Se ha considerado que la
periodontitis y la diabetes son enfermedades que se controlan mas no se
curan, y que es escencisal la colaboración del enfermo para obtener dicho
control. Algunos datos señalan que los diabéticos conscientes y que
cumplen estrictamente las recomendaciones terapéuticas tienden a colaborar
más en lo que se refiere a los tratamientos odontológicos y bucales.
Enfermedades de las mucosas
Como
señalamos, la diabetes con control inadecuado puede acompañarse de una
mayor incidencia de xerostomía e infecciones oportunistas, como la
candidiasis. Se ha señalado, aunque no corroborado, la relación entre el
liquen plano de la boca y la diabetes. En diabéticos se ha descripto una
mayor incidencia de liquen plano erosivo y un resumen reciente informó de
una mayor incidencia de diabetes, no significativa estadísticamente, en un
grupo de 248 pacientes con liquen plano, en comparación con otros enfermos
testigos de igual sexo. Las llamadas reacciones farmacológicas liquenoides
pueden ser inducidas por productos antidiabéticos y cuando menos pudieran
explicar en parte la relación señalada. En algunos individuos se ha
encontrado disgeusia como uno de los signos temprano de diabetes; ello
pudiera ser consecuencia de la presencia de alteraciones en los receptores
de glucosa o de manifestaciones leves de neuropatía diabética.
Bibliografía:
-
Jeffrey
D. Bennett. Jeffrey B. Dembo.
Clínicas Odontológicas de Norteamerica. Vol 3 /1995
"Urgencias
Médicas en el Consultorio Dental" Editorial
Interamericana
-
John S.
Rutkasuskas.Clínicas
Odontológicas de Norteamerica Vol 3 /1994 "Consideraciones
Prácticas en el Cuidado de Pacientes Especiales". Editorial
Interamericana.
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