Introducción
Los trastornos
hemorrágicos en la práctica conllevan a complicaciones no esperadas
por el odontólogo, que a veces puede ensombrecer el pronóstico de la
enfermedad y hasta la vida del paciente.
Es necesario hacer
una anamnesis minuciosa sobre si ha tenido hemorragias recientes (epistaxis, gingivorragia persistente, menometrorragia); aparición de
equimosis con traumatismos mínimos en piel y mucosas que pueden ir de
la simple púrpura (cardenal) hasta el hematoma desecante.
El paso siguiente
es evaluar la medicación que este tomando o que haya interrumpido en
forma reciente y cualquier tipo de terapéutica médica contra
enfermedades sistémicas. Considerar la función hepática si esta
conservada (alcoholismo o hepatitis reciente) dado que las hepatopatías
son causa frecuente de hemorragia severa. Tener en cuenta antecedentes
hereditarios como deficiencia en los factores de la coagulación, como
por ejemplo la enfermedad de von Willebrand, Hemofilia A o B y
teleangiectasia hemorragica hereditaria.
En la exploración
física de la piel, la cara, cuero cabelludo, cuello y cavidad bucal
pueden advertirse signos de hemostasia alterada. Se necesita diferenciar
entre los trastornos vasculares y de plaquetas, de los trastornos
propios de la coagulación. Las petequias, las equimosis superficiales y
las hemorragias en excoriaciones y cortaduras superficiales de la piel,
son características de problemas de plaquetas y vasos.
Los hematomas
profundos disecantes, las equimosis, las hema-artrosis y la persistencia
de hemorragia después de cirugía, son trastornos frecuentes en la
coagulación.
También es
necesario el interrogatorio dietético, muchas veces síndromes de mala
absorción o la hiponutrición producen alteraciones en la coagulación
por la falta de vitamina K.
Es necesario que
el odontólogo conozca los estudios de laboratorio para poder determinar
conductas de tratamiento o favorecer la interconsulta con el médico
competente.
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Estudios de laboratorio
Casi todos los
trastornos hemorrágicos se diagnostican con estos análisis; sin
embargo, en algunos casos se recurre a estudios especiales para obtener
información específica de algún trastorno hemorrágico.
El recuento de
plaquetas permite una valoración cuantitativa de la función de estas
células, y su número normal va de 100.000 a 400.000 células por mm
cúbico. Si el número de ellas es inferior a 100.000 células por mm
cúbico (Trombocitopenia) puede haber hemorragia anormal y aparición de
petequias en la piel o mucosas. En algunas ocasiones la trombocitopenia
es resultado de trastornos genéticos, mayor destrucción plaquetaria
(por fármacos, alcohol, agentes químicos, hiperesplenismo y púrpura
trombocitopénica inmunitaria), o una disminución en la producción de
dichas células (insuficiencia de médula ósea por fármacos,
deficiencias nutricionales, infiltración de tumores sólidos y
leucemia)
Mide el factor II
(protrombina), factor I (fibrinógeno) y factores V, VII y X.
Sangre entera
(citrato de sodio)
Método de Quick.
Normal: 12 a13
segundos frente a un testigo normal de 12 segundos.
Tiempo prolongado
fisiológicamente: Recien nacido.
Tiempo prolongado:
por defectos congénitos o adquiridos de factor I, II, V, VII y X. Por
aumento de antitrombina. Por carencia de vitamina K: Dietas carentes de
vitamina o defectos la absorción (ictericia obstructiva, fístula
biliar, enfermedad hepática severa, hepatitis, cirrosis, atrofia
amarilla aguda, envenenamiento por fósforo, eprue, esteatorrea,
enfermedad celíaca, colitis, diarreas crónicas)
Hipoprotrombinemia
idiopática familiar-hipoprotrombinemia adquirida-
fibrinogenolisis-hipervitaminosis A- coagulación intravascular
diseminada- síndrome de Reye- cáncer de cabeza de páncreas.
Drogas que
aumentan el tiempo de protrombina: Drogas hepatotóxicas.
Drogas que pueden
potenciar el efecto del anticoagulante oral aumentando el tiempo de
protrombina:
acetaminofeno-
ácido etacrínico- ácido mefenámico- ácido nalidíxico- alopurinol-
anabólicos esteroides-cimetidina- clofibrato- cloranfenicol-
diazóxido- disulfiramo- eritromicina- fenilbutazona- fenitoinato de
sodio- glucagón- halotano- heparina- hidrato de cloral- indometacina-
inhibidores de la MAO-mercaptopurina- metildopa- metronidazol-
moxalatan- neomicina- oxifenbutazona- quinidina-
salicilatos-sulfametoxazol- sulfinpirazona- sulfonamidas- D-tiroxina-
tolbutamida- trimetoprima.
Sangre entera
(citrato de sodio)
Método: Medida
del tiempo de coagulación del plasma con el agregado de cloruro de
calcio y trombina.
Normal: 10 a 13
segundos.
Tiempo prolongado
fisiologicamente: En el recien nacido.
Tiempo prolongado:
hipofibrinogenemia- disfibrinogenemias congénitas o adquiridas-
coagulación intravascular diseminada- presencia de inhibidores de la
antitrombina circulantes ( heparina u otros)-presencia de productos de
la degradación del fibrinógeno/fibrina- paraproteinas.
Aumento por
drogas:asparaginasa- estreptoquinasa- heparina- uroquinasa.
Sangre entera
(citrato de sodio)
Método
cronométrico.
Normal: 35 a 40
segundos.
Tiempo anormal:
mayor de 50 segundos.
Tiempo prolongado:
en la deficiencia de los factores de la primera etapa de la coagulación
(plaquetas, ion calcio, factores VIII, IX, XI y XII para la formación
de tromboplastina intrínseca. También en presencia de anticoagulantes
circulantes adquiridos (LUPUS) o terapéuticos (HEPARINA) También puede
aumentar; síndrome nefrítico- enfermedad de Gaucher- enfermedad de von
Willebrand-deficiencia de vitamina K- enfermedad de Waldenstrom. Resulta
también prolongado en la deficiencia de los factores de las tres etapas
del proceso de coagulación sanguínea. Un tiempo anormal de KPTT con un
tiempo anormal de protrombina (Quick) establece que la deficiencia está
en la primera etapa de la coagulación (generación de tromboplastina)
Normal: de 1 a 4
minutos.
Tiempo prolongado:
cuando el recuento de plaquetas es menor de 50.000/mmcúbico o cuando se
presenta o cuando se presenta una adhesividad plaquetaria normal,
Enfermedad de Werlholf- enfermedad de von Willebrand- tromboastenia de
Glanzman - trombopatías constitucionales- púrpura trombopénica
fulminante de los niños- insuficiencia del factor II del factor V, del
factor VII y del factor VI (no siempre)- coagulación intravascular
diseminada- insuficiencia hepática grave- deficiencia de vitamina K-
ictericia obstructiva (no siempre) - trombositopenias infecciosas
(sarampión-tifus, escarlatina, sifilis, tuberculosis, septicemia.etc)-
trombocitopatías alergias, picaduras de insectos, alergia alimenticia,
alergia medicamentosa por yodo, quinina, belladona, oro,
trombocitopenias mielopáticas como por intoxicación por benceno,
enfermedad por radiaciones, leucemia aguda, mieloma múltiple,
enfermedad mármorea, mielocarcinomatosis- esplenopatías Como
enfermedad de Banti- cirrosis esplenomegálica- kala-azar-enfermedad de
Gaucher.
Tiempo de
sangría: normal en la hemofilía. Drogas que prolongan el tiempo de
sangría: aspirina-belladona- benzol- betalactámicos- carbencilina-
cefalosporinas- dextran- dipiramidol- estreptodornasa-estreptoquinasa-
fenilbutazona- ibuprofeno- indometacina- naproxeno- oro- penicilina-
quinina-sulfimpirazona- ticarcilina- uroquinasa- yodo.
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Urgencias hemostáticas
en odontología
Por lo común las
hemorragias persistentes en la cirugía dental se cohíben en su
mayoría en el ámbito de la consulta odontológica; y raras excepciones
son derivadas para tratamiento de urgencias hospitalarias que exijan
transfusiones. Por ello es en el interrogatorio dónde el profesional
puede evaluar el riesgo de hemorragia.
Incluso tomando
estas precauciones el riesgo existe; y en estas líneas se trataran las
medidas posteriores para cohibir una hemorragia después de una
exodoncia.
Tapón
Quirúrgico: Es la medida más usual tomada por los dentistas
después de una hemorragia persistente. El tapón puede ser de distintos
materiales que pueden ir desde la espuma de colágeno de vacuno o de
cerdo, la celulosa oxidada con solución de trombina, hasta la más
usada gasa iodoformada. ó el subgalato de bismuto.
En cualquier
instancia lo que se quiere realizar es la obturación de la herida.
Cualquier método probado tiene sus ventajas e inconvenientes. En el
caso de la espuma de colágeno y de la celulosa oxidada es menester
realizar sutura para afrontar los cabos de la herida, a veces harto
imposible; los pocos días estas sustancias se degradan debido a la
microflora bucal sino están cubiertas por un colgajo mucoso. En el caso
de la gasa idoformada es muy ambiguo porque la gasa debe ser bien
compactada en el alveolo e igual puede persistir la hemorragia; la
utilización de cemento quirúrgico es útil, pero a los dos o tres
días el profesional se dará cuenta que cuando tenga que remover dicho
tapón ( esto la mayoría de los casos implica un curetaje) porque se
halle infectado superficialmente, el alveolo comenzará a sangrar de
nuevo, aparte del dolor que pudiera producir la maniobra. En ambos casos
la cicatrización será por segunda intención.
El autor a lo
largo de su experiencia clínica a realizado una técnica económica y
efectiva con la utilización de la gasa iodoformada y el avío de
cemento quirúrgico. Que consiste en cortar una gasa iodoformada del
tamaño dos veces superior a la superficie de la herida, embeberla con
líquido de cemento quirúrgico y espolvorearla a saturación con el polvo
del cemento. Seguidamente se empaca en el alveolo en forma delicada y se
espera unos minutos mientras el paciente muerde una gasa común (debe
estar humedecida con agua para evitar que se pegue al tapón) Este método
es fácil de remover (debido a que la gasa forma una malla con el
cemento) pero la cicatrización es por segunda intención y no es
recomendada en pacientes neutrópenicos.
El subgalato de bismuto es un polvo de color
amarillo (aspecto de harina de maíz) que mezclado con la solución
anestésica utilizada en odontología para la infiltración local o
regional; hasta darle una consistencia similar a la pasta lentamente de
Maisto utilizada en endodoncia de los dientes temporales.
Con esta consistencia se lleva al alveolo hasta
obturarlo por completo y luego comprimir con una gasa estéril o hacer
morder al paciente por unos minutos, hasta cohibir la hemorragia. Es
importante destacar, que si es una hemorragia de más de 12 horas, el
profesional debe curetear el alveolo hasta eliminar por completo el
coágulo residual. Para esta maniobra es conveniente infiltrar la zona
con anestesia local. Esto mejora la coagulación posterior por dos
motivos: 1- puede eliminar totalmente el coagulo residual, debido a que
el paciente no siente dolor durante la maniobra y 2- la epinefrina del
anestésico ayuda a disminuir la hemorragia por su efecto vasoconstrictor
El subgalato de bismuto es reabsorbido junto con el
coágulo posteriormente por
el proceso normal de fibrinolísis. La cicatrización es por primera
intención. Y dado el costo beneficio es el más indicado para tenerlo
en el arsenal de medicamentos de nuestro consultorio y es el método
más usado para realizar hemostasia en pacientes neutropénicos.
Otro tipo de
tapón económico que produce hemostasia es una bola de algodón (estéril)
parcialmente incinerada, para obtenerla es necesario quemarla en un
medio controlado para evitar la combustión completa, para ello es útil
una bandeja y vaso metálico, se enciende el algodón hasta
que se observa una llama que envuelve a toda la bola de algodón e
inmediatamente se tapa con el vaso metálico, espere unos minutos y
descubra. Observará una bola carbonizada lista para usarla como tapón
quirúrgico. El material con el tiempo es eliminado por el organismo y no
es necesario removerlo.
Fulguración:
No recomendada por ser un método costoso (es necesario disponer de un
electro bisturí) y además poco eficaz debido a que en el acto en sí
lo que se consigue es la escarificación superficial de los tejidos (el
tejido óseo expuesto a altas temperaturas no tiene buena cicatrización
es posible hallar ulteriormente necrosis ósea) Por consiguiente en el
caso de evitar la hemorragia lo que se consigue a posteriori es la
posibilidad de dejar instala una alveolitis.
Sutura:
El
principio de la sutura es afrontar los cabos de la herida hasta lograr
una unión optima. En estas maniobras la mayoría de los casos es
necesario realizar colgajos mucoperiosticos el cual aumentaría la
superficie cruenta y esto sería un contrasentido de la maniobra. La
realización de colgajos mucoperiosticos para el autor es de gran
utilidad para la plástica bucosinusal o en las exodoncias de terceros
molares en retención mucosa y ósea.
Es importante que
el odontólogo revise el sitio de la cirugía o la instrumentación para
identificar la fuente de la hemorragia. Si en dicho sitio se advierte un
gran coágulo sangrante ("coágulo hepático) se le eliminará con
lavado suave basándose en solución salina estéril, y /o agua estéril
(agua potable) y solución de iodopovidona ana/ana, y se hará
aspiración. Mientras persista el coágulo comentado no ocurrirá
hemostasis; una vez eliminados se tratará de saber si la sangre
proviene de tejidos duros o blandos en el sitio de extracción. Si
proviene de tejidos blandos puede haber desgarro de un vaso o de tejidos
o excesivos tejidos de granulación. Si la sangre viene del hueso se
intentará definir si nace de un vaso nutricio o es más difusa, como en
el caso de la fractura del alveolo óseo o de hueso esponjoso. Se puede
realizar el bruñido de la zona ósea sangrante con un instrumental romo,
así se logra aplastar las trabéculas óseas y disminuir el sangrado.
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Bibliografía:
1-Hector. E.
Cammarota. Amalia N. C. Cammarota. Lidia Yaconis."El
Laboratorio en Medicina" Editorial "El
ateneo" -1995-
2-Jeffrey D.
Bennett. Jeffrey B. Dembo "Clínicas
odontológicas de Norteamérica"Urgencias Médicas
en el Consultorio Dental. Vol 3/ 1995.
3-
1º Jornada de Emergencias y Riesgo Médico Odontológico. G.A.C.B.A.
Secretaría de Salud. 5 y 6 de Agosto de 2004. Buenos Aires,
Argentina.
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