En el consultorio
dental suelen concurrir pacientes que fueron afectados por algún
tipo de parálisis facial, esto desde el punto de vista clínico
es importante porque el dentista puede inferir la consulta a
Neurología. El primer paso a saber es con qué premura hacer la
derivación. Una derivación urgente es si la parálisis detectada
es de origen central por el daño cerebral existente. Siendo la
parálisis facial periférica la que menos compromete la
integridad física de la persona afectada.
Parálisis
facial. (Clasificación)
1- Parálisis
facial central.
a- Parálisis
facial central por daños de la corteza cerebral, de las vías
corticobulbares y /o corticorreticulares.
b- Parálisis
facial central por lesiones a nivel de la protuberancia (núcleo
motriz)
2- Parálisis
facial periféricas.
a- Parálisis
periféricas por daños del nervio facial en su recorrido
intracraneal.
b- Parálisis
periféricas por daños del nervio facial en su recorrido extra
craneal.
Parálisis
Facial Periférica o Parálisis de Bell.
Clínicamente el
paciente presenta: La parte afectada de la cara presenta una
facies sin expresión, los pliegues naturales desaparecen, el
ángulo bucal es traccionado hacia abajo, el ojo del lado afectado
se observa exageradamente abierto y la mitad de la cara o parte de
ella se aplana, perdiendo los surcos naturales.
La parte afectada
de la cara no se mueve durante la mímica voluntaria o
involuntaria y al intentar el paciente el cierre del ojo, éste
permanece parcialmente abierto y el globo ocular se proyecta hacia
arriba dejando ver sólo la esclerótica blanca (signo de Bell).
Este signo es producido por la parálisis del orbicular del los
párpados (nervio facial) que rigen el cierre parpebral,
contraponiéndose al músculo elevador del párpado superior,
inervado por el nervio motor ocular común ( tercer par), por lo
tanto los párpados se mantienen abiertos y el globo ocular se
dirige hacia arriba en el momento del cierre. Este movimiento es
la consecuencia de un reflejo forzado, efectuado por el músculo
recto superior del globo ocular en su afán de ocultar la pupila,
a través de un arco reflejo por conexión central de los núcleos
facial con el nervio motor ocular común. Por la imposibilidad de
un parpadeo normal (falta de la acción de humedecimiento, riesgo
de úlcera de cornea en las próximas doce horas, interconsulta
con oftalmología) se produce una conjuntivitis con lagrimeo. Al
efectuar el paciente un movimiento mímico, la parte sana de la
cara tracciona la parte afectada, destacando más su total falta
de movimiento.
El gesto de silbar
no es posible ya que solo la mitad del orbicular de los labios
obedece al fruncimiento labial y el cierre labial no es completo,
pudiendo producirse un ligero babeo. En los casos antiguos los
músculos se han atrofiado por falta de función, las partes
blandas se observan descolgadas, inertes, el surco naso-geniano
desaparece, dando el aspecto de un aumento de tamaño, el ángulo
labial esta dirigido hacia abajo, hay una ectopia palpebral de
gravedad variable, la mejilla se embolsa flácida, abombandose
durante el habla, por la presión neumática intrabucal.
En casos de
parálisis completas el paciente se queja de cierta dificultad
para la articulación de la palabra. Este defecto se puede
explicar por la inervación, por parte del facial de los músculos
glosoestafilino y estilogloso (nervio lingual del nervio facial )
a través de su anastomosis con el nervio glasofaringeo por
intermedio del asa de Haller, y principalmente por la parálisis
de labios y músculos de la mejilla. En caso de una parálisis
bilateral, la cara se presenta como una mascara, sin movimiento,
descartándose la ausencia de arrugas.
Las parálisis
parciales producidas por la afección de una de las ramas
terminales del nervio facial se manifiesta sólo en la región
inervada por los filetes comprrometidos (parálisis del mentón y
de los labios, a veces solo del labio inferior, parálisis de la
mejilla, parálisis de la frente y de los párpados (signo de
Bell) según sea el caso.
Cierto tipo de
parálisis periférica se puede producir a consecuencia de
infecciones agudas, traúmaticas o quirúrgicas de los tejidos
vecinos al nervio facial o de una de sus ramos termminales. A
pocos días del accidente, el edema de las partes blandas comprime
el tronco del nervio del nervio anulando su función. Este tipo de
parálisis se presenta de manera tenue para aumentar
progresivamente, se mantiene estacionaria por algunas semanas para
luego desaparecer paulatinamente, aún sin trataamiento
específico. No suelen quedar secuelas. Este trastorno se observa
con frecuencia después de interveenciones quirúrgicas efectuadas
en la cercanias del nervio o de una de sus ramas y por fracturas
complejas de la rama ascendente del maxilarr inferior. Por otra
parte, procesos malignos, principalmente de las glándulas
parótidas (adenoma plemorfo maligno) suelen prodducir igualmente
una parálisis periférica al ser involucrados las ramas
inferiores de este nervio. Esta parálisis suele ser irreversible.
Una parálisis facial aparecida bruscamente en relación a un
tumor parotídeo debe ser tomada como signo de malignidad.
Parálisis
Facial Central.
La parálisis
facial central se caracteriza básicamente por no estar totalmente
involucrado el nervio facial, o sea el ramo que inerva los
músculos de la frente y del párpado superior, por lo tanto el
signo de Bell no está presente y el paciente puede arrugar la
frente. En algunas formas, la musculatura facial no pierde todo su
tono muscular, quedando activos los movimientos mímicos
inconscientes, por lo que no se observa durante el reposo, la
típica facies del paralizado. El paciente ríe, habla y efectúa
toda clase de gestos siempre y cuando éstos son realizados de una
forma automática e inconsciente. Por este motivo, los músculos
faciales no se atrofian y las partes blandas de la cara no se
descuelgan fláccidamente. Esta disociación funcional que se
presenta en este trastorno es característica de las parálisis
faciales centrales altas y tienen valor diagnóstico. En otros
casos la parálisis puede ser total con los síntomas descritos
para la parálisis periférica. Pero pueden estar abolidos el
reflejo corneal y pupilar (midriasis). Lo que se ha escrito en
estas líneas es para que el práctico general determine la
derivación en carácter de urgente a neurólogía. |