Insulina
Acción
terapéutica.
Hipoglucemiante.
Propiedades.
La
insulina es un factor hormonal que controla el almacenamiento y metabolismo
de los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas. Esta actividad se
produce fundamentalmente en el hígado, músculo y tejidos adiposos después de
la unión de las moléculas de insulina con los receptores de las membranas
plasmáticas celulares. Aunque todavía no se han explorado los mecanismos de
las acciones moleculares en la zona celular, se sabe que las características
del transporte de la membrana celular, el crecimiento celular, la activación
e inhibición enzimática y las alteraciones en el metabolismo de proteínas y
grasas están influidos por la insulina.
Indicaciones.
Tratamiento de la diabetes mellitus dependiente de insulina o como
suplemento de la producción fisiológica de insulina endógena en pacientes
con diabetes mellitus no dependiente de insulina. También puede agregarse a
soluciones de hiperalimentación para facilitar la utilización de glucosa en
pacientes con poca tolerancia a ella.
Dosificación.
La
dosificación y administración de insulina pueden variar con amplitud, por lo
que el médico deberá determinar la forma individual para cada paciente. La
insulina regular inyectable en la concentración de 40 a 100 unidades es el
único tipo de insulina adecuado para la administración IV. Si la insulina
regular se mezcla con insulina cinc puede no tener los efectos clínicos
deseables, como también puede perder sus características individuales al
mezclarse con insulina isofana (NPH); en cambio, todas las insulinas cinc
pueden mezclarse sin que pierdan sus características individuales. La
administración de insulina debe disminuir cuando la concentración de glucosa
en plasma alcance los 250mg/dl. No se recomienda una dosis IV única elevada
de la insulina regular debido a la corta vida media de la insulina en
sangre. INSULINA REGULAR/INSULINA CINC CRISTALIZADA. INSULINA HUMANA. Dosis
para adultos en la hiperglucemia diabética: por vía subcutánea, según dosis
estipulada por el médico, 15 a 30 minutos antes de las comidas hasta 3 o 4
veces al día.Cetoacidosis diabética: por vía IV 0,1 unidad por kg/hora en
infusión continua. INSULINA ISOFANA (NPH), INSULINA HUMANA ISOFANA:
dosis para adultos: por vía subcutánea, una vez al día, 30 a 60 minutos
antes del desayuno. Puede ser necesaria una dosis adicional 30 minutos antes
de una comida o al acostarse. INSULINA CINC (INSULINA LENTA), INSULINA CINC
HUMANA: dosis para adultos: vía subcutánea una vez al día 30 a 60 minutos
antes del desayuno. INSULINA CINC CRISTALINA (INSULINA ULTRALENTA): dosis
para adultos: por vía subcutánea 30 o 60 minutos antes del desayuno.
INSULINA CINC AMORFA (INSULINA SEMILENTA): dosis usual para adultos: vía
subcutánea 30 a 60 minutos antes del desayuno. INSULINA CINC PROTAMINA
(INSULINA PZ) por vía subcutánea: 30 a 60 minutos antes del desayuno. En
todos los casos cada dosis la fijará el médico tratante, como en los niños
la establecerá en función del tamaño del paciente.
Reacciones adversas.
Es
importante que el paciente conozca los síntomas de hiperglucemia, cetosis y
cetoacidosis (somnolencia, sequedad de boca, poliuria, anorexia, náuseas o
vómitos, sed, taquipnea) y los de hipoglucemia (ansiedad, visión borrosa,
escalofríos, sudor, confusión, cefaleas, nerviosismo, taquicardia, cansancio
o debilidad no habituales).
Precauciones y advertencias.
Los
pacientes que no toleran las insulinas bovinas o porcinas pueden emplear la
insulina humana. Las necesidades de insulina están aumentadas en las
diabéticas embarazadas durante el 2º y 3er trimestre. Es importante, durante
el tratamiento, el monitoreo del paciente en lo siguiente: determinaciones
del peso corporal; determinaciones séricas de glucosa, cetonas, potasio;
medidas del pH sérico, pruebas de glucosa y cetonas en orina. Se hará
énfasis en el cumplimiento de un plan de comidas para el diabético.
Interacciones.
Potencian la posibilidad de hiperglucemia, por lo que es necesario ajustar
la dosificación de insulina en los siguientes fármacos: corticoides,
anfetaminas, diuréticos tiazídicos, estrógenos, furosemida, fenitoína,
hormonas tiroideas, ACTH, danazol. Pueden potenciar el efecto
hipoglucemiante de la insulina: dosis elevadas de salicilatos, inhibidores
de la MAO, andrógenos, alcohol, guanetidina, hipoglucemiantes orales,
analgésicos antiinflamatorios no esteroideos. Los bloqueantes
betaadrenérgicos pueden aumentar el riesgo de hipoglucemias o hiperglucemias.
La respuesta hipoglucemiante puede disminuir por el uso simultáneo de
inhibidores de la anhidrasa carbónica.
Contraindicaciones.
La
relación riesgo-beneficio deberá evaluarse en las siguientes situaciones
clínicas: fiebre alta, hipertiroidismo, infecciones severas, cetoacidosis
diabética, hipotiroidismo, diarrea debida a malabsorción. Disfunción
hepática o renal.
Gliclazida
Acción
terapéutica.
Hipoglucemiante.
Propiedades.
Es un
agente hipoglucemiante perteneciente a la familia de las sulfonilureas (glibenclamida,
clorpropamida). Se administra por vía oral y su efecto dura 12 horas o más.
Promueve el aumento de la secreción de insulina por parte de las células b
de los islotes del páncreas, mediante un procedimiento que todavía no está
aclarado. Disminuye la glucogenólisis y la gluconeogénesis hepática y en
apariencia aumenta la sensibilidad a la insulina de los tejidos
extrapancreáticos. De este modo se produce una disminución de la glucosa en
sangre sólo en aquellos pacientes que son capaces de sintetizar insulina.
Los hipoglucemiantes orales no influyen en la producción de insulina por las
células b, pero parecen potenciar su liberación. Asimismo, parece reforzar
el efecto de los mismos niveles de hormona antidiurética presentes en los
pacientes con diabetes insípida central parcial.Se absorbe en grado variable
en el tracto gastrointestinal, se une extensamente a proteínas plasmáticas,
lo que se relaciona con su elevada vida media (10 a 12 hs). Se metaboliza
extensamente en el hígado para dar origen a metabolitos con escasa o nula
actividad hipoglucemiante. Los metabolitos y parte de la droga inalterada se
excretan por vía renal.
Indicaciones.
Diabetes
mellitus del adulto no insulinodependiente, estable, leve o moderadamente
severa, no cetótica y que no puede controlarse sólo con la dieta. Diabetes
insípida central parcial.
Dosificación.
Dosis
inicial 40 a 80mg/día; incrementar gradualmente hasta 320mg/día si fuere
necesario. Las dosis mayores a 160mg se dividen en dos tomas, una con el
almuerzo y otra con la cena.
Reacciones adversas.
Dependen
en general de la dosis administrada, son transitorias y responden a la
disminución o supresión del tratamiento. En ocasiones puede presentarse
ictericia colestásica, náuseas, diarreas, vómitos, anorexia y sensación de
hambre. También prurito, urticaria, erupciones maculopapulosas. Con el uso
de sulfonilureas se ha comunicado leucopenia, agranulocitosis,
trombocitopenia,
anemia
hemolítica, anemia aplásica y pancitopenia. Se han descripto también:
dificultad para respirar, sensación de falta de aire, somnolencia o
calambres musculares, crisis convulsivas.
Precauciones y advertencias.
Administrar con precaución en pacientes de edad avanzada, debilitados o
desnutridos y en aquellos con insuficiencia suprarrenal o hipofisaria, o con
disfunción hepática o renal que son especialmente sensibles a la acción
hipoglucemiante de los medicamentos que disminuyen la glucosa. Los efectos
leucopénicos y trombocitopénicos de las sulfonilureas pueden dar lugar a
mayor incidencia de infecciones microbianas, retraso en la cicatrización y
hemorragia gingival. Al no existir pruebas concluyentes se recomienda no
usar en mujeres embarazadas a menos que el beneficio para la madre supere el
riesgo potencial para el feto, además, debe suspenderse la administración un
mes antes del parto, al igual que el amamantamiento.
Interacciones.
Los
glucocorticoides, las anfetaminas, los diuréticos, las hormonas tiroideas y
la fenitoína aumentan la concentración de glucosa en sangre, por lo que
puede ser necesario ajustar la dosificación cuando se usen en forma
simultánea con hipoglucemiantes orales. El alcohol con hipoglucemiantes
orales puede producir calambres abdominales, náuseas, vómitos, sofoco,
hipoglucemia. El alopurinol puede inhibir la secreción tubular renal de la
gliclazida. Los esteroides anabólicos o andrógenos pueden disminuir la
concentración de glucosa en sangre. El uso simultáneo con anticoagulantes
derivados de la cumarina puede dar lugar a concentraciones plasmáticas
elevadas de ambos medicamentos. Los analgésicos antiinflamatorios no
esteroides, cloranfenicol, clofibrato o IMAO pueden potenciar el efecto
hipoglucemiante de la gliclazida. La carbamazepina, la desmopresina o la
vasopresina pueden potenciar el efecto antidiurético de esta droga y
disminuir su efecto cuando se administra con estrógenos. Ketoconazol o
miconazol en uso simultáneo con gliclazida dan lugar a hipoglucemia severa.
Contraindicaciones.
Acidosis, quemaduras severas, coma diabético, infección severa, cetoacidosis
y deberá evaluarse la relación riesgo-beneficio en presencia de
insuficiencia suprarrenal, fiebre elevada, disfunción hepática o renal,
insuficiencia hipofisaria. Hipersensibilidad conocida al fármaco. Diabetes
mellitus insulinodependiente (forma juvenil).
Glipizida
Acción
terapéutica.
Hipoglucemiante.
Propiedades.
Es una
sulfonilurea que reduce los valores de glucemia a los normales en pacientes
con diabetes mellitus no insulinodependiente. Elimina o disminuye la
glucosuria y mejora los síntomas de poliuria, polidipsia y prurito. Actúa
estimulando la secreción de insulina a partir de las células beta de los
islotes del tejido pancreático. El control de la glucemia persiste hasta 24
horas después de la administración de una dosis única de glipizida. Su
absorción es uniforme, rápida y prácticamente completa. Los picos de
concentraciones plasmáticas aparecen al cabo de 1 a 3 horas después de la
administración. Se une a proteínas plasmáticas en 99%. Se metaboliza sobre
todo en el hígado y se excreta por la orina. Induce cambios favorables en
los perfiles lipoproteicos plasmáticos de pacientes tratados por diabetes
mellitus.
Indicaciones.
Coadyuvante de la dieta para disminuir la glucemia en pacientes con diabetes
mellitus no insulinodependiente (tipo II). El tratamiento no debe ser
sustitutivo de la dieta, sino adicional.
Dosificación.
No
existe un régimen fijo de dosificación. La glucemia del paciente debe ser
determinada de manera periódica para fijar la dosis mínima eficaz, así como
para detectar el fracaso del tratamiento. En general debe administrarse 30
minutos antes de los alimentos, para obtener una mayor reducción de la
hiperglucemia posprandial. Como dosis sugerida: dosis inicial: 5mg/día, 30
minutos antes del desayuno o la comida. En pacientes ancianos, con
hepatopatías o en diabéticos leves se comenzará con 2,5mg. De acuerdo con la
respuesta, los ajustes de dosis se harán de 2,5 a 5mg. La dosis inicial
máxima recomendada es de 15mg. Dosis de mantenimiento: a largo plazo pueden
administrarse dosis totales diarias superiores a 30mg, fraccionadas en dos
tomas. La dosis máxima diaria de mantenimiento es de 40mg. Dosis superiores
a 15mg deberán fraccionarse. En pacientes ancianos o debilitados disminuir
la dosis.Si el paciente era tratado con insulina, al pasar a glipizida se
debe considerar: si el requerimiento diario de insulina era 20UI puede
suspenderse y comenzar con glipizida a las dosis recomendadas; en pacientes
con dosis de insulina superiores a 20UI se reducirá a 50% y se comienza con
glipizida en dosis habituales. Según la respuesta del paciente se continuará
reduciendo la dosis de insulina.
Reacciones adversas.
La
mayoría se relacionan con la dosis. En general son transitorias y responden
con la reducción o supresión de la terapéutica. Algunos efectos secundarios
graves se asocian con la hipersensibilidad a la droga. Síntomas de
hipoglucemia (hambre, palpitaciones, sudoración). Molestias
gastrointestinales (náuseas, diarrea, constipación y gastralgia). Reacciones
alérgicas cutáneas (eritema, urticaria, prurito y eccema). Mareos,
somnolencia y cefaleas.
Precauciones y advertencias.
Con el
fin de evitar episodios hipoglucémicos se deben seleccionar con cuidado los
pacientes y la dosificación. La insuficiencia hepática o renal acentúa esta
acción. La hipoglucemia puede ser difícil de reconocer en los ancianos y en
pacientes que estén medicados con bloqueantes betaadrenérgicos. Puede
disminuir su efecto hipoglucemiante a lo largo del tiempo por progresión de
la enfermedad o disminución de la respuesta al fármaco. Debe advertírsele al
paciente la importancia del mantenimiento de la dieta, ejercicio moderado y
determinación regular de la glucosa en orina y sangre.
Interacciones.
Potencian su acción los antiinflamatorios no esteroides, salicilatos,
sulfonamidas, cloramfenicol, cumarínicos, IMAO y bloqueantes
betaadrenérgicos. La interacción de glipizida y miconazol oral puede
producir hipoglucemia grave. Fármacos que tienden a producir hiperglucemia:
tiazidas, corticoides, fenotiazidas, productos tiroideos, estrógenos, ácido
nicotínico, bloqueantes de los canales del calcio e isoniazida.
Contraindicaciones.
Pacientes con hipersensibilidad al fármaco, cetoacidosis diabética, con coma
o sin él. Diabetes mellitus insulinodependiente. Embarazo y período de
lactancia.
Glimepirida
Acción
terapéutica.
Hipoglucemiante oral.
Propiedades.
Es un
hipoglucemiante derivado de las sulfonilureas que promueve el aumento de la
secreción de insulina por parte de las células beta de los islotes del
páncreas. Además se han señalado otros mecanismos como la disminución de la
glucogenólisis y la gluconeogénesis hepática, a la vez que aumenta la
sensibilidad de los tejidos extrapancreáticos a la insulina. Posee una
buena, rápida y completa absorción digestiva luego de su administración por
vía oral. Su principal forma de biotransformación metabólica se realiza a
nivel del hígado, para excretarse por vía renal y biliar.
Indicaciones.
Diabetes
mellitus no insulinodependiente (tipo II) del adulto en aquellos sujetos que
no pueden estabilizar su glucemia adecuadamente por la dieta, el ejercicio
físico y la disminución del peso.
Dosificación.
La dosis
inicial aconsejada es de 1mg una sola vez por día. Esta posología puede
aumentarse en forma gradual según los siguientes incrementos: 2mg, 3mg, 4mg,
6mg y 8mg. La ingesta de la medicación se hará inmediatamente antes del
desayuno o, en caso de no desayunar, antes de la primera comida principal.
Es importante no suprimir comidas después de haber recibido el fármaco
cuando la respuesta a éste disminuye. Es necesario recordar que podría ser
necesario un ajuste posológico en aquellos pacientes que varíen su peso o
estilo de vida.
Reacciones adversas.
Son las
comunes para otras sulfonilureas: cefalea, rash cutáneo, prurito, urticaria,
astenia, somnolencia, depresión, náuseas, vómitos, temblor, confusión,
trastornos del sueño o de la visión, mareos, diarrea, colestasis, ictericia.
Puede causar hipoglucemia prolongada y severa con signos neurológicos,
respiración superficial, bradicardia, colapso vascular y coma similares a un
ictus cerebral. En casos aislados puede observarse vasculitis alérgica o
hipersensibilidad de la piel a la luz.
Precauciones y advertencias.
Bajo
ciertas circunstancias pueden presentarse casos aislados de trombocitopenia,
leucopenia, anemia hemolítica, insuficiencia hepática con colestasis e
ictericia, de allí la necesidad de realizar controles humorales periódicos
del funcionamiento hemático y hepático. La capacidad de reacción puede estar
afectada debido a una hiperglucemia o hipoglucemia especialmente para
conducir vehículos o maquinarias riesgosas. Durante el embarazo los
pacientes deben reemplazar el tratamiento por insulina.
Interacciones.
La
ingestión de alcohol tanto aguda como crónica puede modificar en más o en
menos la acción hipoglucemiante del fármaco. Puede potenciarse el efecto
hipoglucemiante cuando se asocian IMAO, IECA, fibratos, fluoxetina,
miconazol, quinolonas, pirazolonas, tetraciclinas, salicilatos,
cloranfenicol, probenecid, sulfonamidas, esteroides anabólicos y hormonas
sexuales masculinas. Pueden disminuir el efecto hipoglucemiante y aumentar
la glucemia la asociación con diuréticos, barbitúricos, corticosteroides,
adrenalina, fenitoína, antihistamínicos H2, betabloqueantes, clonidina,
glucagón, laxantes, estrógenos, progestágenos, ácido nicotínico,
fenotiazinas, rifampicina y acetazolamida.
Contraindicaciones.
Diabetes
mellitus insulinodependiente (tipo I). Cetoacidosis diabética. Precoma o
coma diabético. Antecedentes de hipersensibilidad a la droga o a las
sulfonilureas en general. Embarazo y lactancia. Sepsis grave en diabéticos.
Acarbosa
Acción
terapéutica.
Hipoglucemiante.
Propiedades.
La
acarbosa es un seudoglucosacárido que se obtiene mediante biotecnología, a
partir de filtrados de cultivo de actinomicetos, del género de los
actinoplanes, como metabolito secundario. Se comporta como un inhibidor de
la alfaglucosidasa y mediante su acción reduce el incremento de las
concentraciones de azúcar en sangre luego del ingreso de carbohidratos. La
acarbosa puede ayudar en el control de las diabetes mellitus insulino-dependiente
y no insulino-dependiente.
Indicaciones.
La
acarbosa está indicada en la diebetes mellitus de tipo II, tanto como
monoterapia como asociada con otras drogas hipoglucemiantes. También puede
utilizarse en pacientes con diabetes de tipo I, administrada en este caso
siempre junto con insulina, para nivelar las fluctuaciones glucémicas.
Dosificación.
La dosis
media para los adultos es de 300mg a 400mg diarios. La dosis puede
incrementarse hasta 900mg diarios.
Reacciones adversas.
Trastornos gastrointestinales, en especial flatulencia o meteorismo, debidos
a los gases presentes en el colon derivados de los carbohidratos no
absorbidos. Estos efectos pueden evidenciarse en mayor medida si no se
respeta la dieta o no se aumenta la dosis en forma gradual.
Precauciones y advertencias.
Cuando
se administra como monoterapia no produce hipoglucemia. Si ésta apareciere
cuando se utiliza acarbosa como tratamiento coadyuvante, se recomienda la
administración de glucosa.
Interacciones.
Las
interacciones con los hidratos de carbono constituyen, por supuesto, las
acciones terapéuticas deseadas. No obstante, se considerará la posibilidad
de aparición de diarreas si se utilizan dosis demasiado elevadas de
sucedáneos del azúcar, como el sorbitol o el xilitol. Resulta significativo
el hecho de que la sacarosa no sirve para corregir los estados de
hipoglucemia aguda cuando se toma acarbosa, ya que en esos
casos
produce un retraso de su absorción. Los diabéticos deben, por lo tanto,
ingerir glucosa para prevenir la hipoglucemia. Cuando se administra acarbosa
como complemento de una sulfonilurea, o se está tratando al paciente con
insulina, deberá reducirse la dosis de uno u otro medicamento, de acuerdo
con el descenso de la glucemia y a fin de evitar las reacciones
hipoglucémicas. Deberá evitarse durante la toma de acarbosa la
administración concomitante de antiácidos, colestiramina, productos de
absorción intestinal y enzimas digestivas.
Contraindicaciones.
Hipersensibilidad a la droga. Pacientes menores de 18 años. Pacientes con
enfermedad intestinal crónica, hernias severas, tumores intestinales,
síndrome de Roemheld. Embarazo. Lactancia.
Glibenclamida
Acción
terapéutica.
Hipoglucemiante oral.
Propiedades.
Derivado
de la sulfonilurea. Promueve el aumento de la secreción de insulina por
parte de las células beta de los islotes del páncreas mediante un mecanismo
aún no definido. Disminuye la glucogenólisis y la gluconeogénesis hepática.
Al parecer aumenta la sensibilidad a la insulina de los tejidos
extrapancreáticos. Se produce una disminución de la glucemia sólo en
aquellos pacientes capaces de sintetizar insulina; no influye en la
producción de insulina por las células beta, pero parece potenciar su
liberación desde estas células pancreáticas. Su vida media es de 10 horas,
el tiempo hasta la concentración máxima es de 4 horas; la absorción es
rápida y su unión a las proteínas es muy elevada (90%). Se metaboliza en el
hígado y sus metabolitos inactivos se excretan por vía biliar en 50% y el
resto por el riñón.
Indicaciones.
Diabetes
mellitus del adulto no complicada, estable, leve o moderada, no cetótica,
que no puede controlarse sólo con la dieta.
Dosificación.
Adultos;
en el inicio 2,5 a 5mg una vez al día; la dosificación se ajusta con
incrementos que no superen los 2,5mg en intervalos semanales, hasta el
control de la diabetes o hasta que la dosis diaria total sea de 20mg. En
pacientes ancianos, debilitados o malnutridos, o con disfunción renal o
hepática debe comenzarse con
1,25mg
una vez al día. No es eficaz en el tratamiento de la diabetes juvenil
(insulinodependiente).
Reacciones adversas.
Los
signos de sobredosis (hipoglucemia) son ansiedad, escalofríos, confusión,
piel pálida y fría, somnolencia, taquicardia, cefaleas, náuseas, agitación,
nerviosismo, cansancio o debilidad no habituales.
Precauciones y advertencias.
Es
importante seguir la dieta prescripta. En grado menor que con otras
sulfonilureas puede producir reacciones semejantes a las del disulfiram
cuando se ingiere alcohol. Puede producir fotosensibilidad. Se excreta en la
leche materna por lo que debe evaluarse la relación riesgo-beneficio de su
prescripción durante el período de lactancia. Los pacientes geriátricos son
más sensibles a los efectos de la glibenclamida, dado que se reduce el
metabolismo y la excreción. En estos pacientes es preferible evitar los
hipoglucemiantes orales de acción prolongada. Los efectos leucopénicos y
trombocitopénicos dan lugar a mayor incidencia de infecciones microbianas,
retraso en la cicatrización y hemorragia gingival.
Interacciones.
Aumentan
la concentración de glucosa en sangre, y por lo tanto obligan a modificar la
dosificación de glibenclamida, los corticoides, ACTH, adrenalina, danazol,
difenilhidantoína, hormonas tiroideas, triamtereno. El uso simultáneo de
alcohol puede producir una reacción semejante a la del disulfiram (calambres
abdominales, naúseas, vómitos, cefaleas). El alopurinol puede inhibir la
secreción tubular renal. Los AINE, cloramfenicol, clorfibrato, insulina,
IMAO, probenecid, salicilatos o sulfamidas potencian el efecto
hipoglucemiante. Los bloqueantes betaadrenérgicos, incluso los oftálmicos,
pueden aumentar el riesgo de hipoglucemia. Puede disminuir la eficacia
hipoglucemiante cuando se administran anticonceptivos orales que contienen
estrógenos. No se recomienda el uso simultáneo de ketoconazol, porque puede
producirse hipoglucemia severa. La rifampicina disminuye el efecto
hipoglucemiante de la glibenclamida.
Contraindicaciones.
Acidosis
importante, quemaduras severas, coma diabético, infección severa,
cetoacidosis, traumatismos severos. Se evaluará la relación riesgo-beneficio
en presencia de insuficiencia suprarrenal, debilidad general, malnutrición,
naúseas, vómitos, insuficiencia hipofisaria, disfunción renal y disfunción
tiroidea.
Clorpropamida
Acción
terapéutica.
Hipoglucemiante oral.
Propiedades.
Pertenece al grupo de las sulfonilureas. Es un derivado de la sulfonamida,
pero no tiene actividad antimicrobiana. Promueve el aumento de la secreción
de insulina por parte de las células b de los islotes del páncreas, mediante
un procedimiento que todavía no está específicamente definido. Disminuyen la
glucogenólisis y la gluconeogénesis hepática y en apariencia aumentan la
sensibilidad a la insulina de los tejidos extrapancreáticos. De este modo
resulta una disminución de la concentración de glucosa en sangre sólo en
aquellos pacientes que son capaces de sintetizar insulina. Los
hipoglucemiantes orales no influyen en la producción de insulina por las
células b, pero parecen potenciar su liberación desde estas células
pancreáticas. Asimismo parece potenciar el efecto de los mismos niveles de
hormona antidiurética presentes en los pacientes con diabetes insípida
central parcial.Su vida media es de 25 a 60 horas; la concentración máxima
se obtiene 3 a 6 horas después de su administración. Su acción dura de 24 a
48 horas, con rápida absorción por vía oral. Presenta una elevada unión a
las proteínas (90%), se metaboliza en el hígado 80% y se excreta por vía
renal. La administración a largo plazo de dosis terapéuticas no produce una
acumulación excesiva en la sangre, puesto que los niveles de absorción y de
excreción se estabilizan 5 a 7 días después de iniciar el tratamiento.
Indicaciones.
Diabetes
mellitus del adulto no dependiente de insulina, no complicada, estable, leve
o moderadamente severa, no cetótica y que no puede controlarse sólo con la
dieta. Diabetes insípida central parcial. La clorpropamida debe ser un
tratamiento complementario de la dieta específica del diabético y no
supletorio de ésta. En caso de que la patología no pueda ser controlada con
dieta y clorpropamida, puede asociarse una biguanida (metformina, fenformina).
Dosificación.
Si bien
no hay un régimen de dosificación fijo para la clorpropamida, ya que deberá
determinarse la glucosa en orina y la glucemia para establecer la dosis
mínima eficaz, se describen las dosis usuales. Dosis usual para adultos:
inicialmente, de 100mg a 250mg una vez por día, con aumentos de 50mg y 125mg
en intervalos de una semana hasta obtener el control de la diabetes o hasta
que la dosis diaria total sea de 750mg; como antidiurético: 100mg a 250mg en
una sola dosis diaria; la dosificación se ajusta cada dos o tres días según
necesidad y tolerancia, hasta 500mg por día. Dosis pediátricas usuales: no
es eficaz en la diabetes juvenil. En los pacientes gerontes deberá
comenzarse con una dosis de 125mg diarios por ser más sensibles a los
efectos hipoglucemiantes de las sulfonilureas. Si se estuviera administrando
insulina, ésta debe suspenderse por completo.
Reacciones adversas.
En
general dependen de la dosis administrada, son transitorias y responden a la
disminución o supresión del tratamiento. Rara vez puede presentarse
ictericia colestásica, náuseas, diarreas, vómitos, anorexia y hambre. En
menos de 3% de los casos se registró prurito y, con menos incidencia,
urticaria y erupciones maculopapulosas. Se ha informado la aparición de
porfiria cutánea y reacciones de fotosensibilidad. Con el uso de
sulfonilureas se ha comunicado leucopenia, agranulocitosis, trombocitopenia,
anemia hemolítica, anemia aplásica y pancitopenia. Se han descripto también:
dificultad para respirar, sensación de falta de aire, somnolencia o
calambres musculares, crisis convulsivas.
Precauciones y advertencias.
Se
deberá tener precaución con la dosificación en pacientes de edad avanzada,
debilitados o malnutridos, y en aquellos con insuficiencia suprarrenal o
hipofisaria, o con disfunción hepática o renal que son especialmente
sensibles a la acción hipoglucemiante de los medicamentos que disminuyen la
glucosa. Los efectos leucopénicos y trombocitopénicos de las sulfonilureas
pueden dar lugar a mayor incidencia de infecciones microbianas, retraso en
la cicatrización y hemorragia gingival. Si se emplea clorpropamida durante
el embarazo, debe ser suspendida un mes antes de la fecha prevista del
parto. No se recomienda la utilización del fármaco durante el período de
lactancia.
Interacciones.
Los
glucocorticoides, anfetaminas, diuréticos, hormonas tiroideas y fenitoína
aumentan la concentración de glucosa en sangre, por lo que puede ser
necesario ajustar la dosificación cuando se usen en forma simultánea con
hipoglucemiantes orales. El alcohol con hipoglucemiantes orales puede
producir calambres abdominales, náuseas, vómitos, sofoco, hipoglucemia. El
alopurinol puede inhibir la secreción tubular renal de la clorpropamida. Los
esteroides anabólicos o andrógenos pueden disminuir la concentración de
glucosa en sangre. El uso simultáneo con anticoagulantes derivados de la
cumarina puede dar lugar a concentraciones plasmáticas elevadas de ambos
medicamentos. Los analgésicos antiinflamatorios no esteroides,
cloramfenicol, clofibrato o IMAO pueden potenciar el efecto hipoglucemiante
de la clorpropamida. La carbamazepina, desmopresina o vasopresina pueden
potenciar el efecto antidiurético de esta droga y disminuir su efecto cuando
se administra con estrógenos.Ketoconazol o miconazol en uso simultáneo con
clorpropamida da lugar a hipoglucemia severa.
Contraindicaciones.
Acidosis, quemaduras severas, coma diabético, infección severa, cetoacidosis
y deberá evaluarse la relación riesgo-beneficio en presencia de
insuficiencia suprarrenal, fiebre elevada, disfunción hepática o renal,
insuficiencia hipofisaria. Hipersensibilidad conocida al fármaco. Diabetes
mellitus insulinodependiente (forma juvenil).
Metformina
Acción
terapéutica.
Hipoglucemiante oral.
Propiedades.
Es un
hipoglucemiante oral del grupo de las biguanidas. Buena absorción oral con
una vida media plasmática de eliminación de 3 a 6 horas. Mecanismo de
acción: aumento del número de receptores a la insulina.
Indicaciones.
Diabetes
no insulinodependiente, en especial en obesos y en hipersensibles a las
sulfonilureas.
Dosificación.
Dosis
usual: 1.000 a 1.500mg/día. Dosis máxima: 2.500mg/día. A las 2 semanas es
conveniente ajustar las dosis en función de los controles glucémicos.
Reacciones adversas.
Náuseas,
pirosis, vómitos y diarrea. Sabor metálico. Existe riesgo de acidosis
láctica, más aun en ancianos y pacientes con insuficiencia renal, siendo
éste menor que con la fenformina.
Precauciones y advertencias.
Si se
indica en pacientes insulinodependientes debe monitorearse la glucemia antes
de modificar las dosis de insulina.
Interacciones.
La
metformina puede reducir la absorción de vitamina B12.
Contraindicaciones.
Insuficiencia renal. Condiciones hipóxicas (insuficiencia cardíaca severa,
insuficiencia respiratoria, infecciones agudas). Etilismo. Embarazo.
Preoperatorio y posoperatorio. Hipersensibilidad a la metformina. |